¡VIVA EL
PAPA, VIVA EL PAPA!
Anavictoria, conocida como la
contadora de historias y sesenta niños del barrio San Francisco en Cartagena le
cantarán a capela al Papa este domingo a las diez de la mañana, cuando él
arribe a la biblioteca.
Son niños que han nacido y crecido en
este barrio estigmatizado y que lucha
por buscar nuevos horizontes en el país. Es el lugar donde el Pontífice
recordará sus experiencias en las Villas de Buenos Aires, cuando iba a predicar
en sitios donde la violencia campeaba por esos lugares, pero que llegaba con la
alegría y el entusiasmo posibles para hablar del Evangelio de Jesús.
Desde cuando fue nombrado como
Pontífice, ha solicitado que todos vayan a la periferia. Y él mismo ha dado
ejemplo visitando hospitales, islas de desplazados por la violencia asiática,
clínicas con enfermos de Sida, cárceles y viviendas de inmigrantes.
Para esta visita solicitó ir a Quibdó
por su situación de pobreza, pero ante las imposibilidades del clima, los
organizadores determinaron que no podría ir allí, pero el Papa insistió en
buscar un lugar como sus Villas de Buenos Aires y entonces surgió la idea de ir
a san Francisco en Cartagena.
ES UN BARRIO
SIN COMODIDADES, PERO CON GRANDES CAPACIDADES.
Cuando se conoció la noticia de su
paso por allí, Anavictoria, conocida como la contadora de historias y que
interpreta a la famosa Conse –una mujer que se la pasa escuchando champeta—presentó
el tema del periodista Guillermo Romero Salamanca titulado “!Viva el Papa, viva
el Papa!” y de inmediato fue aceptado.
“Es un saludo caribeño, a nuestro
estilo, con nuestro sabor y con nuestra alegría. Los niños, en menos de dos
semanas, con unas pocas prácticas, se tomaron a pecho la canción y se
emocionaron al saber que le podrán cantar al Papa. Cuentan con pocos recursos
económicos, pero su alegría está en su corazón, en su forma de ser, en sus ojos
alegres y en sus sonrisas diáfanas”, explicó Anavictoria.
Los niños asisten a las diferentes
actividades que desarrolla la biblioteca que, aunque cuenta con poco material,
ilustra a más de 500 jóvenes del barrio.
“Estamos muy contentos por entregarle
al Papa nuestro sentimiento y nuestra canción. De algo estamos seguros y es que
el Santo Padre quedará muy sorprendido por todo este talento nato que hay acá y
que se llevará las mejores impresiones por la alegría a pesar de tanta pobreza
que hay en el lugar. Le pediremos, eso sí, que nos imparta su bendición para
hacerla extensiva a todas las familias en Colombia que pasen dificultades
económicas”, agregó Anavictoria.
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