TODOS QUIEREN VER AL PAPA
TODOS QUIEREN VER AL PAPA
Por Guillermo Romero Salamanca
A diferencia de Villavicencio, donde hay una extensa y
dócil llanura, Medellín con un aeropuerto con una capacidad para reunir a más
de un millón de personas y Cartagena con un gigantesco puerto, Bogotá no posee
patrones ni mangones de las dimensiones que exigen la presencia de la visita
del Papa Francisco.
Entre 7 y 8 millones de personas se congregaron en
Manila en enero del 2015 para acompañar al Pontífice en su celebración
eucarística. En Río de Janeiro asistieron más de 3 millones de jóvenes a la
playa de Copacabana para escucharle. En México hubo reuniones con más de 2
millones de católicos.
Es, al fin y al cabo, es el líder espiritual de 1.250
millones de católicos en el mundo entero.
14 KILÓMETROS DE BENDICIONES
El 6 de septiembre el Papa, a pesar de un extenso
viaje, se subirá en un incómodo papamóvil y recorrerá más de 14 kilómetros por
la calle 26, conocida también como la avenida de Eldorado, repartiendo
bendiciones y saludos.
Es muy posible que burle el protocolo y las medidas de
seguridad para besar a unos cuantos niños, saludar a unas monjitas de clausura,
abrazar a algún enfermo, preguntar por alguna edificación o reírse por las
espontaneidades que habrá.
Jóvenes de colegios y universidades estarán con sus
cantos y gritando las arengas que vendrán como “Bienvenido Papa Francisco”,
“Francisco, Francisco, te quiere todo el mundo”.
Será un día de alegría para Colombia.
UN PARQUE APRETUJADO
La alcaldía de Bogotá estaba acostumbrada a los festivales
de verano y de rock en los cuales reunía máximo a unas 30 mil personas, pero
con las dimensiones de las visitas de peregrinos de otras ciudades del país y
de municipios de los departamentos vecinos, consideraron que sólo podrán
ingresar 550 mil personas, lo que equivaldría que una ciudad como Palmira se
congregara en un parque.
Las personas que irán ese 7 de septiembre al famoso
parque, donde antes estuviera Paulo VI y que por tal motivo levantaran lo que
se denominó como El Templete, con una primera piedra traída desde Roma, saben
que estarán en una misa y que irán juiciosos, confesados y rezando. Se
someterán a los 10 segundos de requisa y proseguirán callados al lugar donde se
les indique.
Todo es cuestión de orden y de acatar las indicaciones
de los organizadores.
CENTROS COMERCIALES, TEATROS
Y SALONES PARROQUIALES
Para quienes no alcancen a ingresar al parque, centros comerciales ya
están organizando salones con pantallas gigantes para que los fieles no pierdan
detalle alguno. Se acondicionarán teatros y salones parroquiales también están
a disposición.
Además, canales de televisión como EWTN les llegará
con sus mensajes a más de 140 millones de personas en el mundo entero a través
de las señales satelitales. Caracol, RCN, Canal Capital, Canal Uno, también
tendrán sendas señales.
Cristovisión, canal oficial de la iglesia católica
hará un cubrimiento especial y sus periodistas acompañarán al Pontífice en los
vuelos tanto de venida como de regreso.
CON LA RUANA AL HOMBRO
Julio Ramón Cristancho Fagua es el tejedor más famoso
de Boyacá. Se le recuerda porque en el 2007 registró en el famoso libro de los
Guinnes Récords la ruana más grande del mundo. Medía 35 metros de larga por 25
de ancha, tejida en pura lana de oveja y gracias a su capacidad de urdir y
tramar con lanzaderas de madera, hizo famoso a su pueblo natal, Nobsa.
También se inventó la ruana rosada, en homenaje a
Nairo Quintana por sus triunfos en Italia.
Julio Ramón tiene ahora un sueño: entregarle al Papa
Francisco la “ruana de la paz”. “Es una tejedura con finos bordados, una paloma
y una dedicatoria”, explica. De seguro él la llevará a Roma para soportar los
próximos inviernos.
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