“LA VISITA DEL PAPA FRANCISCO
NO ES UN ESPECTÁCULO”
Por Guillermo Romero Salamanca
“La Visita Apostólica del
Santo Padre no es un espectáculo sino un acontecimiento de salvación, que debe
hacernos sentir la alegría del Evangelio y la fuerza del Espíritu para anunciar
lo que Dios va haciendo entre nosotros. Por tanto, debemos conducir todo para
que sea una nueva oportunidad de comprometernos a vivir como auténticos
discípulos de Cristo y como mensajeros de la vida en plenitud que él nos trajo”,
dijo Mons. Ricardo Tobón Restrepo, vicepresidente de la Conferencia Episcopal
Colombiana.
El alto prelado de la
Iglesia reconoce la actual situación del mundo cuando señala en su misiva
presentada esta semana: “No podemos negar que en los últimos años ha crecido la
descristianización de las personas y de la sociedad”.
Monseñor Tobón Restrepo
fue nombrado obispo de Sonsón por Juan Pablo II en 2003. El Papa Benedicto XVI
lo nombró Arzobispo de Medellín y la CIII Asamblea Plenaria del Episcopado lo
nombró el 5 de julio de este año como vicepresidente de la Conferencia
Episcopal de Colombia.
“La Iglesia –relata en su
misiva-- viene constatando la necesidad acuciante de una nueva forma de realizar
la misión. Desde el Concilio Vaticano II, pasando por el magisterio de los
últimos Papas, hasta llegar a la reflexión pastoral que se ha hecho en América
Latina, todo apunta a la urgencia de una nueva evangelización en la que nos
jugamos la vitalidad y el futuro de la Iglesia. En ese sentido hablan Evangelii
Nuntiandi de Pablo VI, Redemptoris Missio de Juan Pablo II, Evangelii Gaudium
de Francisco. Aparecida nos puso en estado de misión”.
“Hay una serie de
factores que impiden un cambio radical de mentalidad y de acción pastoral para
lograr lo esencial: volvernos discípulos misioneros de Jesús y transformar
desde adentro los criterios y la vida de la humanidad. Sin pretender hacer una
lista completa, quiero señalar algunos elementos concretos que nos pueden
ayudar a dar pasos en una evangelización nueva y eficaz”, manifiesta el también
arzobispo de Medellín.
LAS
SOLUCIONES
Propone como soluciones
para actual situación mundial de descristianización “comenzar
siempre por el primer anuncio”. “Sin él la catequesis no tiene sentido y no se acepta.
El kerigma que toca el corazón es indispensable para abrirse a la fe y a la
conversión y para iniciar consciente y responsablemente un camino de formación
en la fe”.
“Hay que asumir ya nuevas formas de vivir y expresar la fe. La pastoral de conservación es para una sociedad cristiana; por lógica, no sirve para una sociedad descristianizada. Podemos estar desperdiciando el tiempo y las fuerzas en una estructura inoperante.
Urge aprender a formar e integrar nuevos evangelizadores. Hay buena voluntad, pero nos vamos quedando los mismos que, agotados por el trabajo y repitiendo lo mismo, no podemos lograr algo distinto. Mientras tanto, la comunidad se debilita”, explica.
“Es muy importante construir y propagar buenos modelos. Si vivimos radicalmente el Evangelio, si damos liderazgo a los laicos y si respondemos a las necesidades de hoy, surgen experiencias de vida cristiana que por sí mismas crecen y se multiplican. Es bueno suscitar un deseo de lo nuevo. Cuando se impone el miedo a lo desconocido y la sospecha frente a lo que no sea “lo de siempre”, no damos el primer paso hacia un nuevo planteamiento en la forma de vivir para Dios y para los demás, siguiendo a Cristo”, pone en consideración.
“Es definitivo abrirnos al Espíritu Santo. El Espíritu es quien nos conduce en una relación filial con Dios, nos da testimonio de Jesús, crea comunidad y le da poder a toda nuestra acción evangelizadora. Si le obedecemos, él pone en nosotros vida, unidad, sabiduría y fortaleza apostólica”, asevera Monseñor Tobón.
“Hay que asumir ya nuevas formas de vivir y expresar la fe. La pastoral de conservación es para una sociedad cristiana; por lógica, no sirve para una sociedad descristianizada. Podemos estar desperdiciando el tiempo y las fuerzas en una estructura inoperante.
Urge aprender a formar e integrar nuevos evangelizadores. Hay buena voluntad, pero nos vamos quedando los mismos que, agotados por el trabajo y repitiendo lo mismo, no podemos lograr algo distinto. Mientras tanto, la comunidad se debilita”, explica.
“Es muy importante construir y propagar buenos modelos. Si vivimos radicalmente el Evangelio, si damos liderazgo a los laicos y si respondemos a las necesidades de hoy, surgen experiencias de vida cristiana que por sí mismas crecen y se multiplican. Es bueno suscitar un deseo de lo nuevo. Cuando se impone el miedo a lo desconocido y la sospecha frente a lo que no sea “lo de siempre”, no damos el primer paso hacia un nuevo planteamiento en la forma de vivir para Dios y para los demás, siguiendo a Cristo”, pone en consideración.
“Es definitivo abrirnos al Espíritu Santo. El Espíritu es quien nos conduce en una relación filial con Dios, nos da testimonio de Jesús, crea comunidad y le da poder a toda nuestra acción evangelizadora. Si le obedecemos, él pone en nosotros vida, unidad, sabiduría y fortaleza apostólica”, asevera Monseñor Tobón.
“La Visita del Papa es
una ocasión para reencontrar y asumir la importancia de la nueva evangelización
como misión propia y urgente de la Iglesia en el momento que vivimos”,
concluye.
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