EL SANTO PROTECTOR DEL PAPA FRANCISCO
Por
Guillermo Romero Salamanca
Cuando
monseñor Jorge Bergoglio asumió el Pontificado 266 de la Iglesia Católica pidió
un gran favor a sus amigos de la oficina de la Arquidiócesis de Buenos Aires:
que le enviaran a Roma la imagen de san José durmiendo.
La
encomienda sufrió un accidente: se desprendió la cabeza del cuerpo y entonces
el Papa Francisco buscó a un carpintero para que le compusiera el desperfecto.
A los pocos días, ya tenía sobre su escritorio a la imagen que representa al
personaje de la Sagrada Familia, con un vestido pintado de verde oscuro y rojo
y que se conserva en su habitación 201 de la Casa de Santa Marta.
LA REVELACIÓN
Durante
su viaje a Filipinas en enero del 2015 reveló uno de sus secretos: “Yo quiero
mucho a San José porque es un hombre fuerte de silencio. En mi escritorio tengo
una imagen de San José durmiendo y durmiendo cuida a la Iglesia. Sí, lo puede
hacer, lo sabemos”.
“Cuando
tengo un problema, una dificultad escribo un papelito y lo pongo
debajo de San José para que lo sueñe. Esto significa para que rece por este
problema”, añadió en su explicación en Filipinas.
"Del mismo modo que el don de la sagrada Familia fue
confiado a san José, así a nosotros se nos ha confiado el don
de la familia y su lugar en el plan de Dios. Lo mismo que con san José. A san
José el regalo de la Sagrada Familia le fue encomendado para que lo llevara
adelante. A cada uno de ustedes, y de nosotros, porque yo también soy hijo de
una familia, nos entregan en plan de Dios para llevarlo adelante. El ángel del
Señor le reveló a José los peligros que amenazaban a Jesús y
María, obligándolos a huir a Egipto y luego a instalarse en Nazaret",
explicó el Papa en aquella oportunidad.
SU SANTO PROTECTOR
San
José siempre ha estado al lado del Papa Francisco. La parroquia de Flores,
donde vivió su niñez está dedicada al santo protector.
Cuando
tenía 17 años descubrió allí su vocación sacerdotal luego de hablar con el
padre Carlos Duarte Ibarra.
El
19 de marzo del 2013 el pontificado de Francisco fue encomendado al cuidado de
san José. “doy gracias al
Señor por poder celebrar esta Santa Misa de comienzo del ministerio petrino en la Solemnidad
de San José, esposo de la Virgen María y patrono de la Iglesia universal: es
una coincidencia muy rica de significado”, dijo en su homilía.
El 5 de julio de 2013, Francisco dedicó el Estado
de la Ciudad del Vaticano a San José y a San Miguel Arcángel. “Que su presencia
nos haga aún más fuertes y valientes en dejar espacio a Dios en nuestra vida
para vencer siempre el mal con el bien. Pidámosle que nos proteja, nos cuide,
para que la vida de la gracia crezca cada día más en cada uno de nosotros”,
comentó.
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