CUANDO EL PAPA FRANCISCO ENSEÑA A ORAR
Por Guillermo Romero Salamanca
En estos cuatro años de pontificado, el Papa Francisco deslumbra a
diario con sus frases que son producto de sus largos ratos de oración matutina.
Todos los días, bien de madrugada, escribe sus homilías o sus discursos, pero
también medita sobre diferentes temas que le llegan a su escritorio de
distintas partes del mundo.
Pocos líderes poseen tanta información como él. Por eso ora por las
migraciones, las hambrunas, las guerras civiles, las persecuciones a los
cristianos, los asesinatos de sacerdotes, pero también por las crisis que
originan la corrupción, el narcotráfico, la venta de armas o el daño a la
ecología.
REZAR ES MOLESTAR UN POCO A DIOS
El 3 de abril del 2014, en su homilía en la capilla de santa Marta, en
el Vaticano, decía: “La oración nos cambia el corazón”.
El 6 de diciembre del 2013, soltaba una de esas controvertidas frases:
“No sé si quizá esto suene mal, pero rezar es un poco como molestar a Dios,
para que nos escuche. Pero, lo dice el Señor: como el amigo a medianoche, como
la viuda al juez. Es atraer los ojos, atraer el corazón de Dios hacia nosotros.
Y esto lo hicieron también esos leprosos que se le acercaron: ´Si quieres,
puedes curarnos´. Lo hicieron con una cierta seguridad. Así Jesús nos enseña a
rezar”, manifestó el Papa
PARA REZAR HAY QUE ESTAR EN PAZ
Tres meses después de iniciar su
papado, decía que para rezar el Padre Nuestro, “debemos tener el corazón en paz
con nuestros hermanos. Subrayó que creemos en un Dios que es Padre, que está
muy cerca de nosotros, no es anónimo, no es “un Dios cósmico” y después explicó:
“Es muy difícil perdonar a los demás, verdaderamente es muy difícil, porque
siempre tenemos aquel pesar dentro”. Pensamos: “M lo hiciste, espera un poco…,
para devolverle el favor que me había hecho”.
A REZAR CON LOS DEDOS
Treinta
días después de cambiar su nombre de Jorge Bergoglio por el de Francisco
enseñaba a los niños y padres de familia sobre cómo debían orar, utilizando los
dedos de la mano.
El
pulgar es el más cercano a ti. Así que empieza orando por quienes están más
cerca de ti. Son las personas más fáciles de recordar. Orar por nuestros seres
queridos es "una dulce obligación".
El
siguiente dedo es el índice. “Ora por quienes enseñan, instruyen y sanan. Esto
incluye a los maestros, profesores, médicos y sacerdotes. Ellos necesitan apoyo
y sabiduría para indicar la dirección correcta a los demás. Tenlos siempre
presentes en tus oraciones”.
“Sigue
el dedo más alto. Nos recuerda a nuestros líderes. Ora por el presidente, los
congresistas, los empresarios y los gerentes. Estas personas dirigen los
destinos de nuestra patria y guían a la opinión pública. Necesitan la guía de
Dios.
El
cuarto dedo es nuestro dedo anular. Aunque a muchos les sorprenda, es nuestro
dedo más débil, como te lo puede decir cualquier profesor de piano. Debe
recordarnos orar por los más débiles, con muchos problemas o postrados por las
enfermedades. Necesitan tus oraciones de día y de noche. Nunca será demasiado
lo que ores por ellos. También debe invitarnos a orar por los matrimonios.
“Y
por último, dijo, está nuestro dedo meñique, el más pequeño de todos los dedos,
que es como debemos vernos ante Dios y ante los demás. Como dice la Biblia “los
últimos serán los primeros”. Tu meñique debe recordarte orar por ti. Cuando ya
hayas orado por los otros cuatro grupos verás tus propias necesidades en la
perspectiva correcta, y podrás orar mejor por las tuyas”, concluyó.
TIEMPOS DE ORACIÓN EN COLOMBIA
Durante
su visita a nuestro país, el Papa Francisco traerá varios discursos, al menos
cuatro homilías y tres exhortaciones, producto de sus madrugadas en este
verano, pero en su agenda figura también su oración frente a la Virgen de
Chiquinquirá y frente a los restos de san Pedro Claver. Además en Cartagena
rezará el Ángelus. Francisco es un Papa en oración permanente.
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